✅ EL ORIGEN OLVIDADO de los JEDI
👉 Capítulo 1: El Surgimiento de la antigua Orden los Je’daii
Hace mucho tiempo, en un remoto rincón de la galaxia, surgió un planeta enigmático llamado Tython, bañado por las energías misteriosas de la Fuerza. En este mundo ancestral, nació un grupo de seres sensibles a esta poderosa fuerza cósmica, quienes se convertirían en los pioneros de una filosofía única: los Je’daii.
Los Je’daii eran sabios y valientes, y creían en el equilibrio entre dos aspectos de la Fuerza. Decidieron llamar estos dos lados de la Fuerza con el nombre de las dos lunas de su planeta natal: Ashla, la luna más brillante de su planeta representaría el aspecto luminoso y el orden en la Fuerza. Y Bogan, la luna más oscura en el cielo de Tython encarnaría la oscuridad y el caos en la Fuerza. Guiados por este equilibrio, los Je’daii construyeron nueve Templos en Tython, cada uno representando un aspecto específico de la Fuerza.
La orden prosperó durante siglos, expandiendo su conocimiento y entrenando a sus miembros para que dominaran ambos lados de la Fuerza. Todos los Je’daii debían recorrer los nueve Templos, y meditar en ambas Lunas, perfeccionando sus habilidades y forjando una conexión única con la Fuerza. La aspiración más grande de cualquier Je’daii era alcanzar el Bendu, el estado de equilibrio perfecto con la Fuerza.
El Consejo de Maestros, compuesto por los líderes de cada Templo, gobernaba la orden con sabiduría y prudencia, tomando decisiones trascendentales para el bienestar de Tython y sus habitantes.
Sin embargo, el equilibrio en Tython pronto se vio amenazado por la llegada de un nuevo peligro, la Reina Hadiya, también conocida como la Reina Déspota. En el año 25, 805 ABY, la Reina Déspota intentó unir a los barones del crimen de su planeta natal, Shikaakwa, y conquistar el sistema Tython en busca de un poder inimaginable.
La Guerra Déspota estalló, y los Je’daii se enfrentaron a un enemigo despiadado que no conocía límites. Las batallas fueron feroces, con duelos de Fuerza que sacudían los cielos y hundían la tierra bajo sus pies. Los Je’daii defendieron con valentía los Templos y a Tython, aferrándose a su filosofía única de equilibrio en la Fuerza.
En el clímax de la guerra, una memorable batalla ocurrió en las llanuras de Katazza, donde los Je’daii liderados por el Maestro de Templo Daegen Lok lucharon contra los implacables ejércitos de la Reina Déspota. “¡Por Tython y el equilibrio en la Fuerza!”, exclamó Lok mientras blandía su espada imbuida de Fuerza, un antiguo artefacto que canalizaba la energía de la Fuerza de manera diferente a los sables de luz. Un arma común entre los Je’daii de aquella época.
La Guerra Déspota alcanzó su punto culminante en el año 25, 805 ABY, cuando los Je’daii finalmente lograron repeler a la Reina Déspota y liberar Tython de su amenaza. Sin embargo, la guerra tuvo un costo significativo, y los Je’daii enfrentaron cicatrices emocionales y físicas.
A pesar de las dificultades, la Orden Je’daii prevaleció, aprendiendo valiosas lecciones del conflicto. Decidieron proteger Tython y la galaxia, manteniendo el equilibrio en la Fuerza y guiando a otros en el camino de la sabiduría.
A pesar de la victoria en la Guerra Déspota, los Je’daii aún no estaban a salvo de los peligros que acechaban en la galaxia. Una nueva amenaza se avecinaba, y la sabiduría de los Je’daii sería puesta a prueba nuevamente.
👉 Capítulo 2: Las Guerras de la Fuerza y la Nueva Orden Jedi
Tython había sobrevivido durante milenios aislada del resto de la galaxia, únicamente preocupada por asuntos en su propio sistema estelar. Sin embargo, la Orden se vio profundamente amenazada por la llegada de un Sabueso de Fuerza del Imperio Infinito.
El Imperio Infinito, también conocido como el Imperio Rakata, fue el primer gran gobierno galáctico conocido. El imperio fue fundado y gobernado por los Rakata, una especie científicamente avanzada que utilizó su conocimiento para conquistar y esclavizar a otras especies en toda la galaxia conocida.
Los Sabuesos de Fuerza eran esclavos particularmente fuertes en la Fuerza, entrenados por los Rakata para convertirse en poderosos usuarios del lado oscuro, entrenados para descubrir planetas altamente sintonizados con la Fuerza. Así fue como el imperio infinito encontró a los Je’daii. Entonces en el año 25,793 ABY, las fuerzas del Imperio Infinito Rakata invadieron el sistema Tython.
Los Je’daii de Tython se enfrentaron en numerosos conflictos con el Imperio infinito para repeler la invasión.
En el año 25,783 ABY, durante una feroz batalla contra los invasores Rakata, el poderoso maestro Je’daii Daegen Lok, exlíder del Templo de Kaleth, tuvo una visión impactante. En esa visión, se le reveló la creación de un arma que canalizaría el poder de la Fuerza de una manera diferente: el Sable de Fuerza. Una hoja de energía brillante, basada en tecnología Rakata, capaz de encenderse como un sable de luz, pero con la temible capacidad de canalizar la energía del lado oscuro.
“El destino nos llama a evolucionar”, proclamó Lok, convencido de que el Sable de Fuerza sería la clave para prevalecer en la guerra. Sin embargo, muchos Je’daii se opusieron a esta idea, temiendo el peligro que representaba una conexión tan fuerte con el lado oscuro.
Los Maestros Je’daii Rajivari, Garon Jard, Cala Brin y Ters Sendon, inquietos por las tensiones crecientes entre los Je’daii, comenzaron a cuestionar si el equilibrio propuesto por la Orden era realmente sostenible. A medida que la guerra se intensificaba, estas diferencias se hicieron más evidentes.
La división se profundizó, y los Je’daii Ashla, partidarios del equilibrio y la luz, se enfrentaron a los Je’daii Bogan, aquellos dispuestos a abrazar el poder oscuro para vencer en la guerra. La Orden Je’daii comenzó a tambalearse, y la necesidad de una nueva dirección se hizo evidente.
Las Guerras de la Fuerza se desataron en la galaxia, sacudiendo los cimientos de la antigua orden Je’daii y revelando divisiones internas entre los seguidores de Ashla y Bogan.
En el año 25,783 ABY, Daegen Lok se separó de la Orden Je’daii, llevando consigo el diseño del Sable de Fuerza y estableciendo su propia facción. Aunque su intento de forjar una nueva era de Je’daii con el Sable de Fuerza fracasó, este acontecimiento marcaría el comienzo de una nueva era.
En el clímax de las Guerras de la Fuerza, los Maestros Je’daii restantes, Rajivari, Jard, Brin y Sendon, tomaron una decisión trascendental. Creyeron que la antigua filosofía de los Je’daii ya no era suficiente para enfrentar los desafíos de la galaxia. Con pesar, decidieron poner fin a la Orden Je’daii y fundar una nueva, centrada en el lado luminoso de la Fuerza: la Orden Jedi.
Así, en el año 25,783 ABY, la Orden Je’daii llegó a su fin, y los cimientos de la nueva Orden Jedi se asentaron. Los Maestros Je’daii, ahora conocidos como Maestros Jedi, llevarían a cabo el legado de los Je’daii Ashla, dejando atrás la sombra del lado oscuro. Entonces, la victoriosa Orden Jedi abandonó Tython, su hogar natal, a favor de Ossus; estableciendo ahí su nueva Capital para liberar otros mundos de las amenazas del lado oscuro.
Aunque la Orden Jedi había sido establecida, las tensiones entre el lado luminoso y oscuro de la Fuerza persistían. El Maestro Rajivari, quien alguna vez ayudaría a la fundación de la nueva Orden Jedi, luego la traicionaría y trataría de destruirla.
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